Quienes están aprovechando la compleja situación generada por la pandemia y el paro nacional para hacer política trabajan torpemente en su suicidio electoral. Al atizar la insatisfacción en busca de capitalizar el descontento ciudadano, estos irresponsables personajes, desesperados por conseguir votos para las próximas elecciones, están logrando todo lo contrario, pues el hastío por la clase política, sin que haya tendencia ideológica que se salve, es cada día mayor. Basta escuchar cualquier conversación para ver cómo tantas personas no se identifican con ninguno de quienes se venden como los salvadores del país, percepción confirmada por las encuestas de intención de voto, que muestran cómo a diez meses de las elecciones son más los ciudadanos a quienes no les gusta ninguno de los aspirantes a la Presidencia de la República.
En una encuesta realizada por el Centro Nacional de Consultoría para la revista Semana, publicada la semana anterior, el voto en blanco aparece como la primera opción para las elecciones presidenciales del 2022, con el 26%. Si a esta cifra se suma el 24% que afirmó que no votará por ninguno de los candidatos que hay hasta el momento y el 4% que no sabe o no responde, se tiene que al 54% de los colombianos no le gusta ninguna de las opciones.
La conclusión es obvia: entre más se haga política aprovechando la crisis, más rechazo ciudadano se generará, pero quienes buscan aplicar la maquiavélica fórmula de “divide y reinarás” parecen no darse cuenta de ello o, en su afán de poder, están dispuestos a jugarse el todo por el todo, aunque implique incendiar el país.
Colombia no merece esto, ojalá el próximo presidente sea alguien capaz de ponerse por encima de los colores políticos, que no capitalice el odio y que plantee un país en el que todos tengan cabida.
Tomado de 21 de julio 2021: https://occidente.co/opinion/editorial/el-hastio-del-electorado/
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