Un emprendimiento paisa cuenta con más de 100 empleados en 11 países y ninguna oficina.
Jorge Soto y Santiago Villegas, fundadores de Alegra, empezaron con su emprendimiento hace 7 años en Medellín y hoy operan en 11 países.
Foto: Alegra
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Responsabilidad, disciplina, buenos hábitos de comunicación y planificación de rutinas, concentración y un excelente manejo de herramientas tecnológicas son algunas de las cualidades que cualquier aspirante al teletrabajo debe entrenar. Así lo consideran empresas que actúan bajo este modelo y aseguran que hay una idea, en gran parte errónea, de que trabajar en casa es igual a una menor carga laboral.
Alegra es una start-up colombiana que desde hace 3 años decidió abandonar las oficinas. Entre prueba y error, dio a luz un modelo productivo de teletrabajo que según sus fundadores ha generado una cultura de trabajo creativa, con mayor compromiso y que, además, da buenos resultados financieros. El emprendimiento colombiano, fundado en Medellín 7 años atrás, es una firma de tecnología enfocada al mundo de la administración. Sus clientes, más de 270.000 organizaciones, son en su mayoría pequeñas y medianas compañías.
El modelo Alegra
Pero la cultura del trabajo remoto no surgió de un detallado plan. Su construcción se inició accidentalmente, cuando los emprendedores quisieron comenzar a escalar la empresa a nivel internacional. Así lo cuenta Santiago Villegas, uno de los cofundadores y actual CTO de la compañía. “Queríamos buscar talento excepcional, en culturas distintas y con maneras de pensar diferentes. Resultó que en los procesos de reclutamiento llegaron personas que se postulaban para trabajar en Alegra pero que no estaban en Medellín”. Villegas afirma que uniendo el talento con la tecnología, “nada les impedía poder trabajar en Alegra”.
Emiliano Loiacono es uno de esos talentos. Es el actual country manager de la firma en Argentina, su país de origen. Aunque ya había tenido una experiencia anterior trabajando de manera remota, dice que el modelo de la start-up colombiana es muy diferente a lo que había conocido. Lo sorprendió que el proceso de selección, incluyendo entrevistas y pruebas, fuera del todo virtual. El otro cofundador y actual CEO de Alegra, Jorge Soto, hace un énfasis en que para garantizar el éxito del modelo es clave saber elegir el personal y estar presente en el proceso de selección. Como resultado, todos los 120 miembros del equipo, que están dispuestos en 35 ciudades de 11 países, han pasado por alguna entrevista directamente con los creadores del emprendimiento, independientemente de los procesos de su departamento de reclutamiento. Pero no basta con un computador conectado a internet. El teletrabajo, para estos colombianos, es una cultura que se cultiva. Más allá de los conocimientos técnicos y el fortalecimiento de habilidades organizacionales, Alegra motiva a sus empleados a tener buenos hábitos de lectura. Soto y Villegas, que se consideran unos “comelibros”, dicen que una lectura constante forma mejores profesionales. Villegas, por ejemplo, mensualmente se lee un promedio de 4 libros, y todos los que trabajan en Alegra están incluidos en grupos de lectura y deben participar en foros internos compartiendo lecciones de textos distintos. Eso sí, libros que preferiblemente hablen de emprendimiento, biografías valiosas y textos de transformación digital. Trabajar en remoto tampoco significa no verse nunca. Además de que es obligatorio poner la videocámara durante las reuniones, una de las estrategias para conocerse en el mundo offline son los viajes de trabajo itinerantes. Según Villegas, lo que ahorran por no pagar una oficina lo invierten en asistir a eventos de tecnología en todo el mundo, donde, además de encontrarse, tienen la oportunidad de hacer networking y conocer a potenciales clientes. Entre sus logros se destaca que con el modelo han logrado un crecimiento acelerado y orgánico. Según Soto, el emprendimiento, por ahora, no tiene intención de recibir inversiones de riesgo pues no desea depender del capital de fondos externos.
¿Cómo vamos?
En Colombia, la Ley 1221 de 2008 estableció el reconocimiento del teletrabajo como una modalidad laboral válida. La ley contempla tres formas de aplicación, como la manera autónoma, la modalidad móvil y suplementaria: La primera incluye a los trabajadores que laboran siempre desde su casa, mientras que la segunda contempla que se trabaje desde cualquier lugar usando dispositivos móviles, y la tercera establece que al menos dos o tres días a la semana se trabaje de manera remota. Pero, aunque en el país este marco regulatorio existe desde hace más de una década, las cifras no muestran una adopción masiva. Según datos del ‘Cuarto estudio de penetración de teletrabajo en empresas colombianas’, realizado por el Centro Nacional de Consultoría, para 2018 el país registró un total de 122.278 teletrabajadores. Estas cifras corresponden también a las 12.912 empresas que se sumaron a la implementación de alguna forma de trabajo remoto. Existen retos, como los estereotipos tanto entre los aspirantes como entre los empleadores. El argentino Loiacono considera que el mercado laboral de la región debe “entender que trabajar en remoto es para hacer mejor el trabajo y ser más productivos para la organización”. Y a ello se une Villegas, quien cree que para trabajar en remoto “ya no es relevante preguntarle a un aspirante en dónde vive. Al menos no tanto como saber sobre sus conocimientos, sus talentos, ver qué tantas ganas tiene de aprender y con cuánta disciplina cuenta”.
Artículo tomado de www.eltiempo.com Por: JOHNNY LEWIS VARÓN | REDACCIÓN TECNÓSFERA @JohnnyLewis_
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