Por Fundación Universitaria del Área Andina.
El sueño de todo profesional es poder trabajar en lo que le gusta y, así mismo, recibir un pago equivalente a cambio. Pero, ¿cuál es la realidad de un profesional recién graduado o con experiencia en el escenario laboral?
Así son los millennials y centennials en el trabajo
Una tendencia llamada job crafting toma cada vez más fuerza entre las empresas y los colaboradores más jóvenes. Según explica la coach de felicidad de la Fundación Universitaria del Área Andina, Valentina Marín, “esto brinda la posibilidad de ir diseñando el trabajo y pensar cómo quisiera asumir los retos. Esto con el fin de potenciar sus propias fortalezas, que se suman a lo que conocemos como salario emocional”.
Y es que por el reto de entender cómo son los millennials y centennials en el trabajo, las empresas han cambiado la dinámica y se han enfocado en convertir los espacios laborales en lugares donde las personas sueñen trabajar.
¿Qué mejor que llegar a un lugar donde existe un equilibrio entre el salario, la vida personal y el desarrollo profesional? Para Marín “este es el momento de cambiar el chip y entender que los nuevos egresados son cada vez más conscientes de la importancia de ser valorados en las empresas. Antes no se relacionaba el trabajo con felicidad o satisfacción”.
Atrás va quedando la idea de que se debía aguantar por cuidar el trabajo, cuando no se podía proponer algo diferente para poder potenciarlo o, como explica Marín, “los días en que la gente tiene pereza porque debe ir a ‘calentar silla en su trabajo’, donde la gente siente que pierde el tiempo y por eso se dedica a buscar trabajo durante su jornada laboral”.
El job crafting no es nuevo
Aunque el job crafting se va posicionando en la agenda empresarial, no es un tema nuevo. Según Marín, esto viene desde hace unos 15 años y se ha compilado en tres formas:
Task crafting: adaptar las metas y tareas cotidianas a las fortalezas y capacidades de las personas, lo que permite que se alcancen los objetivos de forma satisfactoria.
Relational crafting: cómo se van articulando las relaciones saludables dentro de la empresa. Esto ayuda a crecer a largo plazo, y representa una fortaleza porque ayuda a relacionarse con las diferentes áreas.
Cognitive crafting: es la capacidad para darle sentido y propósito al trabajo y a las tareas cotidianas, y es lo que permite encontrar la satisfacción y la motivación.
Y es precisamente este último el que permite otorgar valor, cultivar propósito y sentido en el trabajo. “No es suficiente el incentivo económico, sino que es importante ver a sus colaboradores como seres humanos y ver cómo pueden impulsarlos más desde las habilidades blandas, la inteligencia emocional, la felicidad, las buenas relaciones interpersonales, y tener una estructura más horizontal en las organizaciones”, cuenta Marín.
En ese sentido, ayuda el simple hecho de tener la oportunidad de trabajar en la casa en días en los que el tráfico está fatal, o poder tener un día más amable de trabajo realizando home office o teletrabajo.
De hecho, el cuarto estudio de penetración del teletrabajo en empresas colombianas, realizado por la Corporación Colombia Digital y el Centro Nacional de Consultoría en el año 2018, evidenció que Colombia cuenta con 122 mil teletrabajadores. Esa cifra sigue creciendo, con Bogotá, Medellín, Bucaramanga y Barranquilla como las ciudades líderes en esta tendencia.
¿Qué buscan las nuevas generaciones en sus empleos?
En resumen, la construcción del job crafting y en específico el cognitive crafting es similar a lo que buscan los jóvenes colaboradores con el dilema propósito vs. remuneración:
Que se valoren sus ideas.
Sentirse empoderados.
Demostrarse a sí mismos que son capaces de hacer bien su trabajo.
Tener flexibilidad de horarios y la posibilidad de trabajar desde la casa.
Sentir el propósito: ¿qué estoy aportando al mundo con mi trabajo?
Tener un reto y una experiencia que los haga sentir bien; esto, muchas veces, por encima del salario.
Que el salario pueda variar según sus labores cumplidas o se pueda ver reflejado en más tiempo para tener un hobby o estar tiempo con su familia.
Con el job crafting se abre la puerta para un cambio en las organizaciones, con base en las habilidades blandas, que son fundamentales para regular emocionalmente a los colaboradores más jóvenes. Según cifras oficiales del Dane del 2018, los que están entre los 18 y 28 años representan el 27% de la población colombiana.
Artículo tomado de www.enter.co
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