Las encuestas son motores del dialogo social, y así deben ser entendidas. No pretenden incidir; más bien aportan elementos para que el votante, frente a la urna, decida de manera informada. Las encuestas hacen viables a candidatos poco conocidos, pero con alto potencial de favorabilidad. Sin las encuestas, el proceso electoral estaría reducido a meras percepciones. Hay que hacer más y mejores encuestas, con encuestadoras apegadas a la técnica, garantizando su rol neutro en los contextos electorales.
Artículo tomado de www.valoraanalitik.com
Por Andrés Perdomo - Gerente de Desarrollo de Negocios | Centro Nacional de Consultoría
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